Quienes disfruten de una casa, sabrán también de la importancia que, de cara a la calle, presenta el aspecto de nuestra entrada. Accesible, ordenada, dispersa, abandonada… sea como sea el aspecto de la entrada de la casa siempre se podrá mejorar siguiendo unas pautas simples que comienzan, como no, por el orden y la limpieza.

En primer lugar, una casa con buena presencia en su entrada debe estar libre de hierbajos, plantas desordenadas y demás elementos naturales que afeen su aspecto. En su lugar, podemos crear un sencillo camino empedrado o confeccionar un decorativo recorrido con flores que nos conduzcan hasta la entrada principal.

Allí, en el caso de tener porche, debemos cuidar su aspecto evitando acumular trastos inútiles u otros objetos comunes como zapatos o paraguas que, además de desmejorar el aspecto del porche, pueden deteriorarse con más rapidez que guardados en su sitio. Como sustitutos, podemos disponer dos maceteros grandes que, con plantas autóctonas, embellezcan nuestro hogar desde la propia entrada de casa.

Un elemento decorativo al que podemos añadir algún artículo de arte de forja, en caso de casas de madera, u otros elementos como luces decorativas que, pequeñas y discretas, nos ofrecerán una visión inmejorable de nuestro porche por la noche, sin llegar a resultar tan llamativas como las luces de Navidad.

A esta iluminación secundaria, no debemos olvidarnos de añadir una buena iluminación principal para que ningún visitante tropiece o no dé con la puerta de nuestra casa. Algo necesario que además podemos convertir en decorativo, gracias a las diferentes modalidades de iluminación exterior que encontramos en el mercado.

Fuente: Mundohogar.com