La estrategia a seguir para conseguir la casa de tus sueños con las menores posibilidades de error radica en algunos puntos clave:

1. Madurez. No importa la edad de los recién casados, la pareja no debe comprar una propiedad hasta que se sienta lista para absorber un compromiso conjunto de largo plazo.

2. Planes. Si echas un vistazo a cómo era tu vida hace cinco, ocho o hasta diez años, te darás cuenta que las circunstancias cambian conforme pasa el tiempo. Debes cuestionarte qué necesitarás y cómo será tu familia en los próximos años.

3. Presupuesto. Dicen que ‘cuentas claras y amistades largas’ en un matrimonio sucede lo mismo, es importante que la pareja sea realista con respecto al presupuesto con el que se cuenta e incluso que haya consciencia de que en algunos casos, es mejor rentar propiedades modestas para generar un ahorro y esperar a que los ingresos crezcan.

4. Objetividad. Las parejas jóvenes no se visualizan viviendo en una casa a las afueras de la ciudad rodeada de escuelas y mercados. Sin embargo, un departamento en la zona con más de entretenimiento puede no ser la mejor opción en el largo plazo, sobre todo si quieres que la familia crezca pronto.

5. No casarse con la casa. Comprar una primera propiedad para después venderla y comprar otra que se adecue a las nuevas necesidades puede ser una opción. No descartes la idea.

Fuente: Metroscubicos.com