A continuación el gerente de NeoautoDaniel Byrne, te brinda los detalles de las tres opciones de financiamiento que existen en nuestro país y así elijas la que consideres mejor para ti:

1. Préstamo vehicular

En caso tengamos un buen historial crediticio podremos ser evaluados para un préstamo vehicular. Tengamos en cuenta que por lo general los bancos solicitan como cuota inicial el 10% del valor del vehículo. Lo recomendable siempre es endeudarse en la moneda en la que recibe su sueldo para que no se vean afectados si la divisa sube o baja.

Al momento de revisar las distintas propuestas de crédito vehicular, es de suma importancia fijarse en la TCEA (Tasa de Costo Efectivo Anual) que en la TEA (Tasa Efectiva Anual), ya que en la primera se incluyen todos los cobros y pagos adicionales, ojo que no siempre la TEA más baja implica tener la TCEA más baja.

2. Fondos colectivos

Este tipo de financiamiento aplica para las personas que no tienen el apuro de contar con el vehículo. Actualmente los más conocidos en Perú son: Pandero, AutoPlan y Maquisistema. La dinámica es sencilla: primero el interesado debe inscribirse para obtener un certificado de compra (el monto de la inscripción y certificado varían dependiendo de la empresa y el carro que deseamos).

En este sistema el usuario puede acceder al auto a través de un sorteo o remate. Si nos adjudicamos el carro por sorteo y somos uno de los primeros, el costo financiero es mucho menor que el de un banco. En cuanto al remate, podemos aplicar en caso necesitemos el auto a corto plazo, aunque debemos tener en cuenta que el costo puede ser similar a una cuota inicial.

3. Leasing

A rasgos generales, el carro es comprado por el banco, pero el que tiene los derechos de uso es el cliente. Luego de dos o tres años, el contrato le permite a la persona: devolver, renovar el vehículo o comprarlo a un “precio residual”. ¿Qué es “precio residual”? Si la persona opta por la última opción y quiere comprar el auto, el monto que deberá pagar es la resta entre el valor original del carro (que incluye intereses y gastos asociados al uso del bien) y los pagos que realizó el usuario por el concepto de renta.

Si bien esta modalidad resulta interesante, la ventaja más destacable de este tipo de financiamiento es poder adquirir un vehículo sin la necesidad de contar con el valor o precio total de carro que deseamos. (Fuente: Andina)

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