No escuches a tu cerebro de lagartija

Seth Godin, eminencia mundial en materia de marketing, señala que el cerebro de lagartija es la parte responsable de la ira y el temor. El cerebro de lagartija odia los cambios y el riesgo, por ello suele manifestarse en forma de miedo cuando los emprendedores busca iniciar un nuevo proyecto.

Conviérte en artista

El arte tiene que ver con la interpretación y transformación de la realidad. Entonces, cada uno de los emprendedores son artistas en tanto se propongan causar un impacto en el mundo.

Conéctate

Más allá de repartir tarjetas de presentación a diestra y siniestra, un emprendedor debe concentrarse en establecer relaciones de buena calidad con todo su entorno, no solo de sus aliados estratégicos. La conexión que el emprendedor realiza con su entorno se mide luego en cuánta gente vuelve a su negocio, en cuánta repercusión tienen sus comentarios y decisiones.

Fuente: Soy Entrepeneur