Casi todos los emprendedores llevan en su historia al menos un par de negocios fallidos, pero un emprendedor joven puede buscar apoyo de socios más experimentados para lograr a convertirse en un líder que pueda llevar su empresa al siguiente nivel. Pero, ¿cómo lograrlo?

Escucha a las personas indicadas, no a todos

Si ya has decidido emprender, debes mantener tu confianza en ti mismo y en tu visión, más allá de recursos o sacrificios necesarios, debes confiar en tu proyecto para lograr que sea exitoso.

Siempre aparecerán personas que no entenderán tu visión, personas que te dirán que no es posible lograrlo o que nadie más estará interesado en tu proyecto. Es por ello que debes confiar en tus mentores, ellos te ayudarán a ver los problemas de una manera distinta, y descubrir cosas en ti mismo que a veces no eres capaz de ver.

Encuentra un mentor empático, alguien con quien se identifiquen tanto tu proyecto como tú, que comparta tu visión y confíe en tus capacidades.

Las personas no son el problema

Un buen líder debe actuar con decisión y fuerza, especialmente cuando se enfrente a un problema. Lo que esto no significa, es que se tenga que actuar de la misma manera con las personas, especialmente con el equipo de trabajo, los co-fundadores o demás personas que te rodean.

Fomenta una cultura positiva dentro de tu empresa, cultivando siempre el respeto hacia los demás, tanto clientes como empleados.

Tu rol es inspirar, sin necesidad de emplear el miedo.

No temas a los riesgos

Un emprendedor exitoso tiene el valor de tomar riesgos sabiendo que éstos son esenciales para impulsar a su empresa y al mismo tiempo reconoce el fracaso como un éxito de aprendizaje.

Toma riesgos para validar tu modelo de negocio o para invalidar tu idea, lo cual puede ser considerado como éxito en ambas situaciones. Invalidar tu idea o fracasar rápidamente te permite continuar validando otras cosas sin desperdiciar muchos recursos, esfuerzo y sobre todo tiempo en un proyecto romántico que no tiene pies ni cabeza.

Emprender no es algo que se puede enseñar, es un estilo de vida, una forma de pensar; lo que sí se puede enseñar son herramientas para fortalecer las capacidades del emprendedor, para minimizar el riesgo y encontrar soluciones más rápidas.

Sé un líder que aprende

Ningún emprendimiento tiene un camino ya trazado, así que tienes que estar listo para adaptarte a los posibles cambio que el medio te exija, darle un giro a tu enfoque y estar siempre capacitándote para hacer crecer a tu empresa.

Si tu empresa tiene ya un tiempo considerable y está bien encaminada, no te confíes: una empresa en crecimiento necesitará aún más de tus habilidades y conocimientos como líder ya que te enfrentarás a nuevas dificultades y retos para mantenerla viva y potencialmente llevarla a competir con las más grandes.

Haz planes a corto plazo, pero piensa largo plazo

Siempre es importante planificar a corto plazo, pero jamás debemos perder de vista el panorama completo: ¿dónde quieres posicionar tu empresa?, ¿dónde cumplirás con tus objetivos personales? y ¿cómo alimentarás tu propósito de vida?

Pero si bien mantendremos una visión de largo plazo, la manera de llevarla a cabo es midiendo los pequeños avances. Así sabremos si hemos creado valor para nuestro producto, descubriremos constantemente qué áreas requieres una mejora y sabremos identificar las ineficiencias en nuestra empresa.

Fuente: Plusempresarial.com