“Muchos negocios de hospedajes y restaurantes están casi en la quiebra, cerca de cerrar, sobre todo los que están ubicados en los alrededores de la plaza Mayor, en lo que se conoce como la zona monumental de la ciudad”, manifestó su presidente, Luis Reyna.

Dijo que los negocios familiares de alojamiento de dos y tres estrellas, y de venta de comida y artesanía, entre otros vinculados al turismo, viven una situación delicada, pues sus ingresos son nulos por las protestas.

“Si bien en este último paro (acatado desde el 31 de mayo) no se ha visto una violencia generalizada, la percepción del turista es que Cajamarca no está en condiciones de ser visitada”, declaró a la Agencia Andina.

Dijo que prueba de ello es que no hay mayor movimiento turístico ni en la ciudad ni en las provincias ni en la región, a pesar de las celebraciones del Corpus Christi, fiesta religiosa que siempre congregaba gente.

Reyna recordó que en los últimos años Cajamarca experimentó un incremento notable de pequeños locales de comida y agencias de viaje, formados por familias deseosas de mejorar su calidad de vida, las cuales ahora son las más perjudicadas.

“Si antes en un hospedaje se alojaban 15 personas, en promedio, en los últimos meses no pasan de dos o tres, a veces cero. Muchos locales están abiertos pero sin clientela. Es una situación muy triste”, comentó.

El empresario sostuvo que las perspectivas en el sector turístico no son muy alentadoras para las próximas Fiestas Patrias. “Todos esperamos que se solucione pronto la situación en Cajamarca, pero recuperar el turismo a mediano y largo plazo requerirá de un esfuerzo inmenso”, mencionó.

Lamentó que el relanzamiento turístico de Cajamarca, que implicó la elaboración de un calendario turístico y contemplaba su promoción, haya quedado en “stand by” por efecto de esta última paralización antiminera.