Este plan supondrá, entre otras medidas, una reducción de la plantilla que afectará al 7,7% de los 130 mil empleados de la compañía y el cierre de varios centros de producción en Finlandia, Canadá y Alemania.

Además, Nokia se deshará de todos aquellos activos que no considere prioritarios, entre ellos su filial de teléfonos móviles de lujo Vertu, cuya venta a una empresa nórdica de capital riesgo ya fue anunciada oficialmente.

Nokia realizará también una amplia remodelación de su junta directiva, con la que despedirá a varios ejecutivos considerados responsables de la mala situación de la compañía, entre ellos Jerri DeVard (vicepresidente de Mercadotecnia), Mary McDowell (Móviles) y Niklas Savander (Mercados).

El objetivo del gigante finlandés es recortar los costes operativos anuales de su división de Dispositivos y Servicios hasta los 3.000 millones de euros antes de finales 2013, frente a los 5.350 millones de 2010.

De este modo, la compañía tecnológica pretende frenar la sangría de sus reservas de capital que sufre desde el segundo trimestre de 2011, momento en el que empezó a registrar importantes pérdidas.

Este anuncio provocó una fuerte caída de las acciones de Nokia en la Bolsa de Helsinki, que se desplomaron 10% y cotizaron a dos euros por título. Las medidas supondrán la clausura de la planta de ensamblaje de Salo y el despido de 3.700 finlandeses.

Fuente: Agencias