El estudio, publicado por dicha casa de estudios y el Consorcio de Investigación Económica y Social, precisa que existe un 83% de discriminación laboral por apariencia física.

Los autores de la investigación, Gustavo Yamada y Francisco Galarza, precisaron al diario ‘El Comercio’ que las personas consideradas más atractivas pueden obtener una remuneración hasta 17% mayor que aquellas que no son bellas.

El informe también menciona que las compañías prefieren contratar personas con apellidos considerados “blancos”, como De la Puente o Camogliano.

Pero eso no es todo. El estudio también demostró que existe 55% de segregación por el aspecto racial y 34% por género. Los resultados no solo se aplican para postulantes para puestos de atención al cliente, sino también para empleos en oficinas.

Según Yamada, las brechas de discriminación son mayores en empleos profesionales que en aquellos técnicos o no calificados, al parecer por la escasez de mano de obra en estos últimos.