Todos los grandes empresarios suelen tener características similares en cuanto a la actitud, enfoque y a lo que desean para su empresa, pero en lo que no se parecen en nada es en su historial académico. Muchos han estudiado grandes carreras y se han especializado en negocios mientras algunos de ellos apenas han terminado sus estudios o estudiaron carreras que poco tienen que ver con el mundo empresarial.

Así que tenlo claro: una formación académica no asegura el éxito empresarial ni vale más que las ideas y las experiencias al momento de actuar.

Pero si bien el espíritu emprendedor es algo que no se puede adquirir en las aulas, sí es una habilidad que puede potenciarse, reforzarse y mejorarse gracias a programas especializados para emprendedores, como los existentes en diversas escuela de Estados Unidos. Ojo: ahí se va para reforzar una habilidad, no para aprender a apasionarse por lo negocios ni obtener ese sentido único de la oportunidad que caracteriza a los emprendedores.

Es cierto que más allá de los aprendizajes específicos para el mundo de un emprendedor, la vida universitaria ofrece una gran variedad de conocimientos, contactos y experiencias que enriquecerán tu vida, pero lo que tratamos de decirte es que no debes engañarte y creer que, al final, ese título universitario te abrirá las puertas a inversores, socios y clientes.

Recuerda: te pueden enseñar cómo gestionar mejor tu empresa, cuidar tus finanzas, acercarte mejor a los clientes y mucho más, pero nadie podrá enseñarte a sentir pasión por el camino del emprendimiento, ni mostrarte el camino corto para tener ideas de éxito. Ello lo conseguirás tan sólo con práctica y esfuerzo.

Fuente: Plusempresarial.com