El Gobierno británico destinó cerca de 14 mil 500 millones de dólares para el evento que, según los organizadores, supondría un millón de visitantes más por día, respecto al promedio recibido durante esta época del año en Londres.

Sin embargo, el impacto de las multitudes en los comercios locales no cumplió con las expectativas, pues gran parte de los londinenses planearon sus vacaciones de verano fuera de la ciudad o trabajaron desde sus casas.

De hecho, un estudio de Experian, divulgado por la cadena CNBC, revela que las visitas a las tiendas de la zona oeste de la ciudad de Londres cayeron hasta 12%, frente al año anterior, durante la primera semana de los Juegos.

La economía británica no verá en el corto plazo los rendimientos de las obras realizadas a propósito de los Juegos Olímpicos, como el velódromo u otras instalaciones para atletismo.

Para John Amitt, jefe de la autoridad encargada de la infraestructura olímpica (ODA, por sus siglas en inglés), el impacto económico sería mayor si los proyectos no se hubieran limitado a las plazas deportivas o al transporte que une tales centros.

Fuente: Agencias