Más de la mitad de los japoneses no están casados. El 49% de las mujeres solteras y el 61% de los hombres solteros entre 18 y 34 años no tienen ninguna relación.

Asimismo, más del 30% de japoneses (hombres y mujeres) entre 18 y 34 años nunca ha tenido sexo. El 45% de las mujeres y el 25% de los hombres entre 16 y 24 años no están interesados en las relaciones sexuales.

El problema tiene que ver con la natalidad. El descenso de la población es un factor importante para cualquier país, sobre todo si este país es la tercera economía del mundo.

La población en Japón no solo disminuye (en 2012 se registró la menor cantidad de nacimientos en la historia del país), sino que también envejece rápidamente.

Es una bomba que no tardará mucho en explotar, señala Max Fisher, experto en asuntos internacionales. Aparte de ser una de las economías más grandes, Japón es uno de los mayores deudores (su deuda pública equivale al 200% de su PIB).

Para que el país sobreviva es necesario que su economía siga desarrollándose y que la correlación entre la deuda y el PIB no aumente. Sin embargo, si la tendencia persiste, en el país no habrá suficientes jóvenes para ello.

Japón podría enfrentar impagos capaces de iniciar una crisis más fuerte que la crisis del euro, señalaron los economistas Peter Boon y Simon Johnson. La crisis “no influirá solo en los numerosos importadores de los productos japoneses, sino también en las naciones que suministran materiales crudos y comestibles a este país”, señala Fisher.

“EE.UU. es un importante exportador e importador de Japón, y la economía estadounidense será particularmente susceptible”, continúa Fisher. “Pero el mayor socio comercial de Japón es China, y es allí donde las cosas pueden salir muy mal”.

El golpe económico en China conllevará en primer lugar el descenso de la economía de Brasil, hará sufrir a las economías de otros países como Corea del Sur, Chile, Indonesia, Malasia o Sudáfrica y en cierto nivel afectará a Rusia, calcularon los analistas de Morgan Stanley Manoj Pradhan y Patryk Drozdzik.

Fuente: RT en Español