Economistas y analistas aseguran que el violento e intenso ataque sobre la franja ha matado a la pequeña economía local, que a duras penas sobrevivía, debilitada, tras ocho años de bloqueo.

La llegada de la ofensiva no ha hecho sino endurecer, más aún, las restricciones impuestas sobre la entrada y salida de bienes y personas, hiriendo de muerte la deteriorada economía de la que depende la subsistencia de casi 1,8 millones de personas en Gaza.

La actual es la tercera gran operación militar de Israel sobre la franja desde que en 2007 Hamás se hiciera con el control del territorio.

Tras las dos primeras, en 2008 y 2012, cerca de 1.700 locales comerciales e industriales desaparecieron en Gaza, mientras que en la actual decenas de fábricas también han sido destruidas o dañadas, se quejan los negociantes.

Ali Hayek, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de Gaza, reitera que los dos operativos anteriores destrozaron la gran parte del tejido comercial y que, en esta ocasión “se terminó con lo que quedaba”.

“Es muy difícil enumerar cuántas fábricas y negocios han sido devastados porque la ofensiva continúa. Además, también hay establecimientos parcialmente afectados por ser objetivo indirecto de los ataques”, añadió.

Fuente: EFE