Farid Kahhat sostuvo que es el escenario más factible, pues las obligaciones del país helénico se acercarán al 200% de su PBI y Alemania buscará dar términos más flexibles, independientemente del resultado de las elecciones de setiembre.

“Las políticas de austeridad promovidas por los países acreedores siguen siendo aplicadas por los del sur. Pero hay una discusión abierta porque si bien ayudan a reducir el porcentaje de la deuda soberana en relación al producto, también afectan el consumo privado”, dijo.

En ese sentido, puntualizó que faltan definir detalles de la integración fiscal y bancaria. “Si bien el Banco Central Europeo jugará un papel regulatorio, las autoridades nacionales son responsables de apresar a los responsables de un fraude”, señaló.

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