Los precios que pagan los consumidores en Estados Unidos aumentaron un 1,5 % en 2013, el menor incremento en tres años, y las remuneraciones reales de los trabajadores crecieron un 0,2 %, según informó el Departamento de Trabajo.

Los datos confirman la peculiaridad de la reactivación económica estadounidense después de la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas: tras seis años de enormes estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal, la inflación sigue siendo débil.

La inflación en 2012 y los datos del Departamento de Trabajo muestran que la última vez que el IPC subió menos del 2 % en dos años consecutivos fue en 1997 y 1998.

RETIRADA DE ESTÍMULOS

La Reserva Federal inició en diciembre la retirada gradual de sus estímulos, bajando de 85.000 millones de dólares a 75.000 millones de dólares sus compras mensuales de bonos del Tesoro y de títulos hipotecarios.

Pero mientras algunos miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria de EE.UU., han argumentado por meses que los estímulos robustecen el peligro de un brote inflacionario, otros señalan que el bajo índice de inflación puede convertirse en deflación si no mejoran el mercado laboral y el gasto de los consumidores.

La Reserva Federal considera saludable y aceptable una inflación anual de alrededor del 2 % y la semana pasada el presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, afirmó que la política de estímulos no ha logrado un fortalecimiento de la economía que incluya un crecimiento beneficioso de los precios.

Fuente: EFE