Un juez estadounidense aprobó este martes la bancarrota de Detroit, la mayor de un municipio en la historia del país, con un fallo de repercusión nacional que pone fin a medio siglo de protección de las pensiones de los empleados públicos.

El juez Steven Rhodes afirmó que Detroit, otrora símbolo de la industria automovilística, puede encarar un plan de reestructuración de sus deudas, que suman unos 18.000 millones de dólares.

“Esta ciudad, otrora orgullosa y próspera, no puede pagar sus deudas”, dijo Rhodes. “Es insolvente. Y es elegible para la bancarrota. Ésta es, también, una oportunidad para empezar de nuevo”.

Los sindicatos de empleados públicos y los grupos de jubilados habían cuestionado la bancarrota, declarada en julio pasado, con el argumento de que la Constitución del estado de Michigan, al que pertenece Detroit, no permite reducciones en los planes de pensiones.

Fuente: EFE