Según Jorge Mieres, analista de malware de Kaspersky Lab, por cada transacción bancaria en un cajero se genera e imprime para el usuario un comprobante que garantiza la correcta realización de esa transacción.

Este comprobante posee los datos de la transacción bancaria y de quien ha realizado ese movimiento o consulta, entre otros datos importantes que pueden ser empleados con fines fraudulentos por personas malintencionadas.

En la actualidad, esta práctica constituye una “vulnerabilidad” para la seguridad bancaria del usuario, ya que ese comprobante podría ser utilizado por ciberdelincuentes como estrategia de engaño para cometer fraudes.

En primera instancia, podríamos pensar que esta información no es útil y por lo tanto no podría ser utilizada por terceros. Sin embargo, estos datos “poco sensibles” son fusionados con estrategias de Ingeniería Social en un intento de aumentar la credibilidad y el nivel de éxito de la campaña maliciosa.

Un ejemplo de mensaje fusionando la información impresa en el comprobante es el siguiente texto (en negrita los datos que se podrían extraer del comprobante):

“Estimado cliente de ‘su-banco’, en los últimos días hemos detectado problemas técnicos en ciertos cajeros automáticos que podrían haber provocado cambios en la información contenida en la cinta magnética de su tarjeta de débito/crédito, generando así un grave problema de seguridad para su estado financiero. Por tal motivo, si usted ha realizado alguna operación bancaria durante los días comprendido entre las fechas ’06/07/2012 hasta 06/08/2012’ en cualquiera de nuestros cajeros, pero específicamente en los designados bajo los números “X0AXX123; X1AXX345 (…). Le solicitamos tenga a bien acceder al siguiente enlace para verificar su información y descartar así toda posibilidad de que los datos de su tarjeta se encuentren en riesgo: https://www.su-banco.com/verificacion-seguridad (dirección de web falsa que direcciona el tráfico hacia la descarga de un malware u otro enlace que posee componentes maliciosos)”.

De este modo, utilizando datos reales, el atacante logra obtener un nivel de credibilidad alto para su estrategia de propagación, incluyendo en muchos casos una imagen adjunta escaneada del comprobante de transacción real.

Conservar el comprobante que emite el cajero no sólo permite asegurar que se ha realizado una operación bancaria, sino que minimiza la posibilidad de que personas malintencionadas utilicen la información con ánimos de fraude.