De acuerdo al informe de Ernest & Young, y publicado por el diario Pulso de Chile, la industria petrolera registró US$ 402 mil millones entre fusiones y adquisiciones el año pasado, cifra superior que los US$ 337 mil millones registrados en el 2011.

Brasil, con su estatal Petrobras, es uno de los casos más emblemáticos. La empresa que lanzó su emisión en bolsa logró la mayor oferta de acciones en la historia a nivel mundial.

Sin embargo, ello lo logró con una intervención del capital privado y pese a ser la sexta mayor petrolera por capitalización bursátil, algunos analistas aseguran que la intervención gubernamental pone en riesgo a la compañía.

La experiencia mexicana muestra mayor decepción. Si bien la estatal Pemex fue por décadas el orgullo de dicho país, ahora la empresa solo es conocida por su ineficiencia y corrupción.

El actual Gobierno está buscando nuevas reformas para relanzar el proyecto estatal y ya hay empresas privadas que están atentas a los próximos pasos.

Mientras tanto, en Chile la situación está estancada. El Gobierno estudia la posibilidad de capitales privados para la nacional Enap, pero no se avanzado mucho.

Por su parte, Argentina, tras la nacionalización de YPF, busca nuevos socios para desarrollar sus planes de inversión.