Más de 150.000 peruanos se han visto forzados a reprogramar sus deudas bancarias por más de 4.200 millones de dólares, debido a la incertidumbre por la en Perú, una decisión que para los analistas puede implicar un mayor riesgo de tampoco poder pagarlas en el futuro.

La inmovilización nacional, el toque de queda nocturno y el aislamiento social que se cumple desde el 15 de marzo han enviado a millones de trabajadores a sus casas y dejado en el limbo a miles de empresas que no producen ni venden y se enfrentan a la posibilidad de que la cuarentena se extienda más allá del 30 de marzo.

Bonos para los pobres

El presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha previsto la entrega de bonos por 380 soles (108 dólares) para más de tres millones de hogares pobres y trabajadores independientes y el retraso del pago de impuestos, mientras que el Banco Central de Reserva (BCR) redujo la tasa referencial de interés a 1,25 % para que la banca ofrezca financiamientos más baratos y en mejores condiciones.

Sin embargo, en opinión de los economistas Pedro Francke y Kurt Burneo, las condiciones de reprogramación de deudas ofrecidas por la banca privada para 150.000 clientes no ayudan con la crisis, porque en algunos casos tienen intereses más altos que los originales, y más bien pueden agravar su situación en el corto plazo.

Temen una bola de nieve

“La reprogramación es insuficiente, está bien como medida de emergencia, pero te reprogramo, e igual te cobro intereses, entonces esto es una bola de nieve, te postergo el problema ahora, pero dentro de un mes va a seguir adelante”, afirmó Francke en entrevista con Efe.

El Gobierno ahí se va a ver obligado, quiera o no, ojalá lo hagan, de desistir de reprogramar esa deuda”, señaló el analista.

Francke agregó que “si un montón de empresas tienen esos créditos que no pueden pagar, entonces el problema va a ser de los bancos y nadie va a aceptar, en estas circunstancias, una crisis bancaria, porque es un desastre”.

En ese contexto, la Asociación de Bancos del Perú informó que 3,7 millones de clientes han podido pagar sus créditos sin problemas, pero que 150.000 han reprogramado sus deudas por más de 15.000 millones de soles (4.200 millones de dólares).

Ente emisor baja tasas de interés

Francke dijo que es correcta la medida del BCR de reducir la tasa de interés referencial y que “probablemente debería reforzarse” porque, en su opinión, el ente emisor “tiene espacio para reducir más la tasa y tratar de ampliar el crédito”.

Para Burneo, los bancos privados están reprogramando deuda para que su cartera no pierda calificación, pero “ese esquema está implicando una incorporación de tasas más altas, que evidentemente hace más grande el problema”.

Con tasas de interés más altas, el crédito se vuelve más costoso y, por lo tanto, el cliente necesita incrementar sus ingresos, después de una larga cuarentena sin haber trabajado, para poder cumplir con la nueva programación de pagos.

Con una actitud así de la banca, poco ayuda”, expresó el economista a Efe.

Proteger cadena de pagos

Burneo criticó que “no se está entendiendo el problema, (que) es una posibilidad de rompimiento de la cadena de pagos por falta de liquidez”.

Añadió que es “un contrasentido” que los bancos privados pidan intereses más altos, cuando el BCR ha reducido la tasa referencial para disminuir las tasas de los productos del mercado financiero.

Ante la probabilidad de una extensión de la cuarentena, Burneo opinó que “el Gobierno tendría que actuar como una suerte de prestamista de última instancia” para poder sostener el tiempo sin actividad productiva de las empresas.

Para mí, la única opción es que el Estado tiene que apoyarse por el lado fiscal, por ejemplo, que los impuestos no solamente se prorroguen, sino que sea un aporte del gobierno como capital para dar alivio financiero a las empresas”, acotó.

Cuatro millones de trabajadores en cuarentena

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) pidió a Vizcarra medidas fiscales, financieras y laborales, equivalentes al 5 % del producto interno bruto (PIB), para evitar una crisis económica en Perú, teniendo en consideración que cuatro millones de trabajadores no pueden acudir a más de dos millones de empresas en el país.

Francke consideró que, cuando se levanten las medidas de emergencia sanitaria, el gobierno tendrá que aplicar un fuerte impulso fiscal, una rebaja de las tasas de interés y un programa financiero de respaldo a las empresas.

Burneo subrayó, por su parte, que las líneas de crédito para las empresas deberían ser provistas directamente por el Estado, porque los bancos van a preferir colocar primero los recursos de sus clientes, antes que las líneas ofrecidas por el Gobierno.

Con información de EFE