La luz, los detalles coloridos o las tonalidades naturales son los aliados estrella para una decoración fresca y veraniega. Una combinación que podemos utilizar en cualquier estancia y que aportará un toque de frescura acorde a la época estival.
Para ello, podemos decantarnos por el blanco como color principal, perfecto para resaltar los colores restantes de la habitación además de por la luminosidad que aporta. Una idea que podemos aplicar de manera fácil y económica gracias a fundas para sofás o reposapiés que, sin necesidad de cambiar el mobiliario, nos ayudan en nuestra intención de una decoración suave y veraniega.
Algo que podemos completar con unos toques de color en tonos naturales como el naranja, el verde o el azul que podemos incluir en pequeños detalles como los cojines, lámparas, cuadros o cortinas. El toque justo para resaltar el salón o alguno de los dormitorios, agradecidos a estos cambios en cualquier época del año.
Otro elemento que resulta perfecto a la hora de aportar frescura y suavidad a una casa son los estampados de formas modernas. Una acertada elección para las cortinas, sofás o alfombras con la que adecuar el ambiente de tu hogar a la próxima estación y para la que te podrás decantar por colores suaves como rosa, el morado o el beige, perfectos tanto para primavera como para verano.
Fuente: Mundohogar.com