Trabajar más no significa ser más proactivo o productivo en el trabajo, con el paso de las horas la concentración, creatividad y mentalidad se van agotando y necesitan descansar para poder volver estar recargados y activos.

Cuando se generan trabajos mentales es necesario tener un descanso acorde que permita la distracción.

Está comprobado que trabajar en tiempos más concretos y cortos hace que la productividad de una persona sea mucho mayor.

Si logras desconectarte por completo de todas aquellas vías que te llevan a la distracción como lo es el correo electrónico, el teléfono o las redes sociales, lograrás en un plazo mucho menor terminar tu tarea y posteriormente dedicarte a todas aquellas áreas o actividades que te brindan placer.

Además, cada vez que iniciamos un trabajo es como poner a andar un tren, al cual le cuesta arrancar hasta lograr un ritmo constante. Lo mismo pasa con la mente. Si te detienes todo el tiempo en el trabajo que estás realizando, cada vez que lo retomes tendrás que ver en qué punto te habías quedado, cuales eran tus objetivos con él y crear todo aquello que se te ocurra para finalizarlo.

Esto nos lleva a la conclusión de que hay que planificar y ser mucho más inteligente a la hora de organizar las tareas en el trabajo y a realizarlo. Generar bloques de trabajo hará que sea mucho más efectivo que realizar los llamados “multitasking” y varias tareas una detrás de la otra.

Descansar es fundamental, despejar la mente para luego poder retomar el trabajo con otro bloque que hayas creado.

Fuente: Nuevos Emprendedores

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