En los deportes, un buen coach o entrenador se encarga de decir que se está haciendo bien y qué se está haciendo mal, ayudando así a los deportistas a mejorar su desempeño. El coaching es eso: ofrecer constantemente retroalimentación para mejorar el desempeño. A pesar de saberlo (y haberlo experimentado cuando hemos practicado algún deporte), no todos se sienten cómodos aplicando el coaching al mundo de los negocios.

A continuación le ofrecemos tres pasos para pasar de las críticas al coaching, ofreciendo a sus empleados retroalimentación en vez de negatividad.

Halle metas en conjunto

Si los deportistas aceptan y disfrutan la retroalimentación es porque saben que es para su bien. Existe una meta en común entre entrenador y deportista: ganar. Lleve esa actitud a su empresa y descubra cuál es la meta de sus empleados que pueda beneficiar también a la empresa y acuerden trabajar en conjunto para conseguirla.

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Establezca periodos de retroalimentación

No espere a la evaluación anual para conversar con los empleados sobre su desempeño. Si se trata de un empleado nuevo procure hablar con él a diario, y una vez al mes si se trata de uno con más tiempo en el trabajo. Procure que ellos sepan cada cuanto recibirán retroalimentación y, si en caso usted lo olvida, no teman acercarse a pedirla.

Hable siempre de la meta

Si quiere obtener la máxima atención de su oyente, abra la conversación hablando de la meta. Por ejemplo, al acercarse a dar una sugerencia puede empezar diciendo: “Tengo una sugerencia que te ayudará a llegar a tu meta”. Refuerce las palabras “te ayudarán” y “tu meta”, pues así la crítica que se convertirá en una conversación productiva.

Fuente: Plusempresarial.com