Sabemos que el cliente es el rey, es la razón de todo negocio. Y, como dice el dicho: “el cliente siempre tiene la razón”. Sin embargo, a veces, podemos estar a punto de perder la calma frente a uno.

Es por eso que aquí te brindamos una lista de 7 frases que nunca debes decir a tus clientes.

1. “¡No!”

¿No puedes acceder a la petición de tu cliente o no tienes ganas de hacerlo? ¿Esta petición es realizable pero te va a requerir mucho tiempo y esfuerzo? En vez de refutar categóricamente, contéstale “es posible, el costo de esto será de. . . ”. Todo trabajo merece recompensa, y este ingreso adicional, seguramente, te motivará a satisfacer a tu cliente.

2. “¿Está seguro?”

Los clientes a menudo se equivocan. Pero, no es una razón para decírselos: corres el peligro de hacerlos enfadar. En vez de poner en tela de juicio sus peticiones, interrógalos para entender mejor la situación. Pídelos por ejemplo, que te vuelven a explicar la situación punto por punto para que puedas entender lo que necesitan. Así, respetarás la posición de tu cliente.

3. “Lo que debería hacer es”

Nunca debes dar órdenes a tu cliente y/o decirle qué tiene que hacer. Esto, desde luego, lo va a molestar. El cliente vino hacia ti para que lo ayudes, no para que le des órdenes.

4. “Esto va en contra del reglamento”

En el caso que un cliente quiere devolver un producto y esto no es posible debido a que va en contra del reglamento, no deberías decírselo. Si el cliente no estaba al tanto de todos los términos y condiciones del contrato, no acceder a sus peticiones a la primera vez seria deshonesto. Las condiciones “escondidas” son tu problema, no él del cliente. Busca una manera de arreglar el problema o esto manchará tu reputación.

5. “No hay problema”

Esta expresión sugiere que el cliente plantea un problema. Decir: “No hay problema” hace sobreentender que le haces un favor a tu cliente, aunque él te va a pagar por eso. Reemplaza esta expresión por un: “Si”.

6. “Voy a intentar hacer esto”

El cliente quiere resultados, no esfuerzos de tu parte. El verbo intentar, implica una noción de incertidumbre, dañina a la relación con tu cliente. Explica más bien lo que piensas hacer y garantízale que obtendrás los mejores resultados posibles para satisfacerlo. Por ejemplo, si un cliente quiere una entrega a un plazo más corto, dile que llamarás al repartidor y que obtendrás de su parte el mejor servicio posible.

7. “Regreso hacia usted lo más pronto posible”

Tu cliente puede preguntarse lo que eso significa. Debes mencionar siempre una fecha límite. Si para esta fecha no tienes todavía la información pedida por tu cliente, llámalo por teléfono y dale otra fecha límite. Las buenas relaciones con tus clientes se construyen también gracias a la confianza y el respeto de los plazos.

Fuente: Pymex