Convertirse en un buen vendedor es un proceso que requiere de aprendizaje y preparación. Asegúrate de que tu equipo conozca cuáles son los pasos a seguir durante un proceso de venta y tenga preparada una estrategia que conduzca al éxito. Pero, por sobretodo, asegúrate que no estén cometiendo ninguno de estos 7 pecados capitales:

1. Soberbia

Asistir a una cita sin preparación o, ser impuntual, es un sinónimo de soberbia en el mundo de las ventas. Antes de cada entrevista debes prepararte para ella, “hacer tu tarea” y conocer algo sobre la persona con la cual te entrevistarás.

Por otro lado, la puntualidad es un aspecto clave, ya que llegar tarde a un encuentro es una manera de decirle a un cliente que no lo valoras. La solución es simple: hay que ser puntual. ¿Qué pasa cuando vas retrasado? En este caso, hay que prever y hablarle a tu contacto para comentarle la situación; pregúntale si te puede atender a otra hora o si es necesario reagendar.

2. Gula

“Presentas y te vas; el que sigue”. En otras palabras, sólo buscas citas por conseguir la cuota fijada. No hay compromiso, no hay seguimiento, no hay nada. El vendedor quiere meter el gol rápido. La gula es tener la intención de hacer mucho, aunque sin generar resultados; como se dice coloquialmente, “mucho ruido y pocas nueces”.

La solución: hay que saber realizar presentaciones efectivas, que impacten. Los profesionales en ventas no tienen que agendar muchas citas para lograr un cierre, sino que saben cuántas citas deben hacer para cerrar y, sobre todo, en qué cita van a cerrar. Recuerda que el que mucho abarca, poco aprieta.

3. Pereza

Si haces una presentación aburrida ninguna persona te comprará, ni siquiera por compasión. Lo estático llama a cosas estáticas y ventas es algo dinámico; necesitas pisar el acelerador y ponerte en movimiento.

Muchas veces el no hacer, no comprometerse o no cumplir te quita ventas. La pereza es lo contrario al servicio. Hoy, el éxito es para el vendedor que sea más rápido en presentar la solución, pues las personas buscan respuestas rápidas para resolver sus problemas.

4. Ira

Es similar a la falta de seguimiento. Cuando estás iracundo, simplemente no piensas, estás enojado o pasan tantas cosas por tu mente al mismo tiempo que no te permiten ver lo que sucede a tu alrededor. Por lo que en ventas la ira significa que estás tan colérico por buscar clientes y por generar resultados, que dejas pasar las oportunidades.

Si tú no estás preparado para dar una solución inmediata, el comprador seguramente la hallará. El valiente que logre resolver su problema en los términos que lo solicite, se convertirá en su héroe y hasta le aplaudirá.

5. Lujuria

Cuando estás con un cliente y te muestras tan ansioso por cerrar que comienzas a creerte adivino y no dejas hablar a la otra persona; no permites que se exprese, obvias cosas y esto al final hará que te equivoques. Solución: hay que preguntar y escuchar. Ventas es escuchar; si escuchas y sabes preguntar, entonces tendrás el secreto para vender sin problemas.

Si tienes las preguntas adecuadas y escuchas activamente (con los cinco sentidos), el cliente te dará el plan de vuelo, es decir, te dirá cómo venderle: “si tú me resuelves estos puntos, sí te compro”. El problema de miles de vendedores es que no escuchan, quieren obviar; en lugar de escuchar lo que el cliente quiere.

6. Envidia

En ventas se llama mentir, y se trata del peor de los siete pecados; porque tarde o temprano se presentará la consecuencia. Los vendedores mienten por temor a perder la venta, por querer hacerse los interesantes o por desconocimiento. Y lo llevan al extremo, ya que prefieren tener la última palabra a decir “no sé”; entonces, inventan o dicen una media verdad, es decir, mienten. Consejo: si no sabes algo, dilo y comprométete a investigar el asunto y a tener una respuesta a la brevedad posible.

7. Avaricia

Es el miedo a hablar de dinero. No puede ser que a un vendedor le dé miedo tocar este tema. Un auténtico vendedor tiene que saber hablar de dinero, pues precisamente su labor es hacer negocios. Si el prospecto pregunta el precio, hay que dar una respuesta inmediata.

Fuente: Plusempresarial.com