Comienza a poner en práctica estos hábitos durante esta semana:

1. Nota el trabajo bien hecho por los demás

¿Cuándo fue la última vez que prestaste atención al trabajo que otra persona hacía y te diste el tiempo para ofrecerles un reconocimiento? Piensa acerca de la última semana en el trabajo, o el último gran proyecto en el que trabajaste. ¿Hubo un momento en que alguien de tu equipo fue más allá de lo que le pidieron? ¿Qué sucedió? Es probable que esa persona tan solo haya recibido un “bien hecho” y nada más.

Todos estamos tan apurados que nos perdemos las oportunidades de celebrar los logros de los demás. Tú puedes cambiar eso. Párate en medio de la oficina y di: “Oigan, deténganse todos un minutos. He estado reflexionando sobre el proyecto que entregamos hace un par de semanas y creo que hemos cometido un error. No en el proyecto, sino al momento de reconocer los aportes de Vanessa. Vanessa ha hecho cosas increíbles por este proyecto, y quisiera tomarme unos minutos para señalar un par.”

El reconocimiento público de los logros de los demás es un hábito poderoso que llevará a tu empresa (y a tu liderazgo) un paso por delante de los demás.

2. Destila el whisky

El whisky pasa por un proceso de destilación que lo refina y remueve todo tipo de impurezas. Intenta beber un sorbo de whisky sin destilar y te atragantarás. Lo mismo sucede con la comunicación en las empresas. Nadie quiere que el resto se “atragante” o “atore” con los mensajes que les transmitimos, así que mejor revisa nuevamente ese correo electrónico que estás a punto de enviar y “destílalo”.

Es sencillo: retira el 70% de tu mensaje, olvídate de la información de contexto, las historias sobre los rechazos pasados o las múltiples posibilidades que ya no se darán. Deja los puntos claros, ve directo al objetivo y verás cómo será mucho más sencillo de entender.

3. Escribe notas de agradecimiento

Hoy en día es común enviar tarjetas electrónicas de agradecimiento, y se trata de un buen hábito. Pero existe uno mejor: tomarse el tiempo para escribir una pequeña nota de agradecimiento a mano. El correo electrónico es algo demasiado fácil que no requiere de mayor trabajo. No todo encuentro o comunicación requiere de una nota a mano, pero en aquellas de suma importancia, en las que tratas de sorprender a un cliente o a un posible empleado, no hay mejor opción que una pequeña nota escriba a mano.

Fuente: Plusempresarial.com