Entre 2009 y 2012 las 500 empresas más grandes de América Latina no hacían sino, en su conjunto, crecer y crecer. Eran incrementos sorprendentes, como el de 2009, con un aumento de 16,7%, o no tanto, como el de 2011, que fue de 5,1%. Pero como fuere, la temperatura estuvo siempre agradable.

Pero pasado el verano siempre llega el otoño. 2013 es el año en que las 500 vuelven a decrecer en sus ventas, algo que no sucedía desde 2008, con la crisis subprime. No es algo tan dramático, pues la actual variación es apenas de -1,5% (en 2008 fue de -3,7%), pero marca una tendencia hacia el enfriamiento. De hecho, las ventas agregadas de las 500 de 2013 (US$ 2,6 billones) se retrotraen a 2011, cuando marcaron US$ 2,5 billones.

Si bien la situación de las ventas no es como para hacer dramas, la de las utilidades sí presenta un aspecto de mayor cuidado. En 2013 las utilidades agregadas de las 500 bajaron 3,9%, alcanzando US$ 124.700 millones. Dicho de otro modo, los inversionistas de grandes empresas emplazadas en América Latina dejaron de percibir US$ 5.000 millones, en relación al ejercicio de 2012.

Fuente: América Economía