La campaña impulsada por el Ministerio del Ambiente tiene por objeto recaudar la mayor cantidad de botellas de plástico de agua mineral o de gaseosa, a fin de convertirlas, mediante proceso industrial, en frazadas de fibra.

Tras el proceso de reciclaje, las mismas son llevadas a poblaciones de menores recursos económicos. Por cada 45 botellas de 2.5 litros cada una, se podrá elaborar una frazada.