Los perito de criminalística de la PNP y sanidad de la municipalidad del Rímac comprobaron que los ambientes estaban sucios; contribuyendo a que las aves estén infectados de la salmonela y otras enfermedades de peligro para el ser humano de ser consumidos.

En el primer local se encontró a Carmen Avila encargada del negocio junto a cuatro operarios quienes eran los encargados de pelar a las más de 40 aves encontradas muertas.

En el segundo, el propietario de dicho negocio, Ricardo Yupanqui negó que el pollo estuviera pelándose en un lugar sucio a pesar que solo bastaba estar ahí para comprobarlo. Aquí se constató también la presencia de moscas.

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