Fetos con deformaciones y cerebros que sufrieron diversas patologías son conservados en formol. Al entrar al Museo de Neuropatologías, más conocido como Museo del Cerebro (ubicado en Barrios Altos), uno puede creer que está a punto de presenciar una obra de teatro “gore” o sentirse protagonista de una de las películas de la saga “Alien”.

Pero no se trata de una visita a la morgue. En 30 minutos, los asistentes, en su mayoría escolares, realizan un recorrido que les ayuda a conocer más nuestro cuerpo humano, pero sobre todo, nuestro sistema nervioso y cuáles son las enfermedades más comunes que lo afectan.

De acuerdo con la doctora Diana Rivas Franchini, directora de este museo, el objetivo no es homenajear al morbo. “No tenemos esa intención de impresionarlos, queremos que (los visitantes) aprendan”, manifestó en declaraciones a Perú.com.

Un brazo, un cerebro, una médula espinal y una cabeza (todos provenientes de un ser humano), son algunos de los especímenes que se muestran en la primera sala. Estos no han sido afectados por alguna enfermedad. Un ambiente que busca mostrar conceptos generales sobre el sistema nervioso humano.

“El objetivo es la educación y prevención. Muchas personas ni siquiera saben cómo es el cerebro. Al ver la parte patológica, sabrán que pueden cuidarlo y no caer en estas enfermedades”, comentó la doctora Rivas al portal de todos los peruanos.

La segunda sala puede llegar a causar algunos escalofríos en los más sensibles. Conservados en envases con formol, hay fetos donados por el Instituto Materno Perinatal que presentan diversas malformaciones del sistema nervioso central.

Son fetos que han sufrido diversas alteraciones congénitas en relación a enfermedades de la madre y problemas que pudieron haber tenido durante el embarazo. Por ejemplo, llama la atención un espécimen con los efectos de una rara enfermedad conocida como encefalocele, el cual ocasiona que el sistema nervioso central se salga del cuerpo del bebé.

En la misma área también vemos un pequeño espacio para instrumentos médicos antiguos, como un microscopio del año 1933. “Con un microscopio como este se definió todas las enfermedades, se les dio nombre y catalogó. Nosotros vamos afinando estos conocimientos”, contó Rivas Franchini.

Es necesario enfatizar que el museo comenzó a operar en el año 1960, cuando el doctor Luis Palomino juntaba los cerebros enfermos y los mostraba en una pequeña exposición que era visitada por médicos y estudiantes de medicina. Aún no estaba abierto al público en general.

Es recién en 1997 cuando fue inaugurado como museo para el público en general, pero en ese entonces sólo se mostraba la sala de los cerebros con las patologías, que será descrito en esta crónica a continuación.

En este tercer cuarto hay cerebros que sufrieron diversas enfermedades, como tumores y hemorragias. Las muestras provienen de las autopsias que se les realizan a los pacientes fallecidos en el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, previa autorización de la familia.

“Lo más común son las enfermedades vasculares, los derrames cerebrales, que pueden corresponder a hemorragias, que implica la salida de sangre por fuera o por dentro, o infartos”, explicó Diana Rivas.

También destacan los que han sido afectados por los toxoplasmas, protozoos que habitan en los gatos, y por huevos de parásitos como la “tenia solitaria”. El cuarto y último ambiente es un almacén de cerebros que no está a la vista del público, en donde obtienen muestras para diversos análisis.

En Perú, este museo es único. Hay 2903 cerebros guardados, muchos de ellos desde 1940 (conservados con el apoyo del formol), y cuidadosamente estudiados. Un recorrido que nadie puede perderse. Al final, uno se da cuenta que de película ‘gore’ no tiene nada. A los jóvenes que visitan el museo, comenta la doctora, “se les despierta el interés científico, no hay temor”.

PARA TOMAR EN CUENTA:

Si quieres visitar el Museo del Cerebro, tienes que acercarte al Hospital Santo Toribio de Mogrovejo, que funciona como el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, ubicado en Jr. Ancash 1271, Centro de Lima. La atención es de lunes a sábado de 08:00 a 13:00 horas, y el costo de la entrada es de 3 soles.

Por: Gustavo Muñoz (@Gustavo_MP)