Todos la hemos visto como ‘matadora’ en las canchas deportivas o participando en los debates del Congreso, pero muy pocos tienen la oportunidad de ver como brillan los ojos de Leyla Chihuán cuando tiene cerca a Patricio Nicolás, su hijo de seis meses de nacido.

Este año celebra su primer Día de la madre, pero no por eso deja de trabajar, pues quiere que su pequeño ’Pirrín’, como lo llama, esté orgulloso de ella y sepa que “su madre trabajó hasta más no poder”.

“Yo no quiero que crezca y que vea en Internet que su madre no hizo nada o no hizo lo que tenía que hacer o peor aún que se metió en algún lío, si trabajo es por él, por las poblaciones vulnerables sobre todo con los niños. Cada pequeño que veo me recuerda a Patricio”, cuenta a Peru.com.

La parlamentaria, quien no tiene reparos al decir que su vida cambió rotundamente con la llegada de su pequeño, agradece el apoyo de su familia y de una “persona especial”, que siempre está pendiente de ella.

“Tengo una familia que me apoya en todo, me doy el tiempo para dejarlo con mi familia. ¿Si me cuesta? Claro que sí, pero tuve que acostumbrarme a las malas. Yo no pedí los días de descanso, a los 15 días ya estaba en la calle”, indica.

Sin embargo, tanto trabajo la preocupa y a veces la pone triste, pues cuando regresa a casa su bebé está dormido. “Por eso, trato de que los sábados y domingos la pasemos juntos”, precisa.

A comparación de otras mamás primerizas, Chihuán nos comenta que su proceso de embarazo fue fácil pues no tenía tiempo para “tonterías de náuseas o mareos”, ya que trabajaba intensamente. “Es más yo estuve trabajando un día antes del parto, me fui a controlar y me dijeron que el bebe no había crecido así que me mandaron a la clínica”, recuerda.

Le preguntamos qué sintió cuándo vio por primera vez a Nicolás y nos dijo: “Es algo que no lo puedes creer. Cuando lo vi y lo escuché gritar yo no paraba de llorar. Es algo que no se puede describir con palabras. Es una emoción muy grande y se triplica el sentido de protección”, precisó.

“Mi vida cambio desde su llegada, todo cambió, estaba acostumbrada a tener a mis sobrinos, pero faltaba lo mío”, finalizó.

Por: Ana Lázaro (@rlazdu)