El gran silencio sísmico que mantiene Lima ha originado que muchos expertos y sismólogos indiquen que nuestra ciudad se convertirá en el epicentro de un terremoto similar al ocurrido hace unos días en la zona norte de Chile o incluso superior a los 8,5 grados de magnitud.

Con este escenario de por medio, surge la pregunta: ¿Lima está preparada para soportar un terremoto de esa intensidad? Peru.com conversó al respecto con el representante del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernán Tavera.

El especialista indicó que antes de analizar el panorama limeño es preciso ampliar la visión, es decir, hablar de la ocurrencia de un sismo en Chile, principal foco de ese tipo de eventos.

Tavera explicó que hay tensiones de energía en un área que supera los 600 kilómetros de placas y que el último sismo en Chile solo ha liberado 200. “Eso quiere decir que todavía tenemos tensiones acumuladas en un área de 400, esas van a tener que liberarse a través de un sismo de gran magnitud”, señaló.

“Si ahora, un sismo de 8 grados ha roto 200 kilómetros de placas, imagínese cómo sería con 400 kilómetros. Quizá estaríamos hablando de un sismo de 8,5 en la zona norte de Chile, pero que por el nivel de sacudimiento del suelo causaría daños en la región sur del Perú”, refirió.

En base a estos antecedentes, ¿cuál sería el escenario para la capital? ¿Cuánto sería el nivel de destrucción de un evento de esta naturaleza, ya que sabemos que un terremoto podría sacudir el suelo en cualquier momento? La respuesta es bastante sorprendente.

“La única manera de saber la magnitud es después del terremoto, antes no podemos afirmar nada porque sería simplemente construir escenarios de algo que probablemente no conocemos por la sencilla razón de que hace más de 40 años que no vivimos una situación similar”, afirmó, aunque precisó que los más lógico es que sea igual o peor al ocurrido en Pisco, en el 2007.

¿Y nuestro país está preparado? “No importa el área, la respuesta será la misma. Es más, muchas partes de nuestro país no han tenido experiencia grande de un sismo, por tanto nuestro comportamiento y planes diseñados no han sido evaluados”, enfatizó.

“Para saber si soportaríamos o no y conocer el grado de destrucción tendríamos que vivir el sismo y después observar, analizar los problemas, fallas y demás; para luego corregir los errores y rediseñar planes; eso es lo que ha hecho Chile, por eso luego del terremoto se observa poco nivel de destrucción. Ellos han aprendido, nosotros todavía no”, finalizó.

Por: Ana Lázaro (@rlazdu)