Te damos una serie indicaciones para tengas cuenta. Ante el próximo inicio de la vacunación a menores de 5 a 11 años, el Instituto Nacional de Salud del Niño-Breña, explica los signos de alarma que deben tomar en consideración los padres de familia en caso su niño o niña sea un caso no leve de COVID-19, y requiera de una atención presencial de un médico.
El doctor Jorge Candela, infectólogo pediatra de este centro hospitalario, llamó a la calma a los padres y explicó, que en la gran mayoría de casos, los menores de edad desarrollan una enfermedad leve también llamada ‘resfrío COVID-19′ porque es indistinguible de las infecciones respiratorias virales agudas que se presentan en los niños durante el año.
Por ello, señaló que el mayor número de casos positivos de COVID-19 en menores de edad reportados pueden manejarse en el domicilio porque son leves y tienen una evolución favorable.
Sin embargo, advirtió que hay que reconocer ciertos signos de alarma que indican que si requieren una asistencia médica presencial.
El especialista señaló que si el niño tiene catarro nasal, dolor de garganta, tos con o sin fiebre y ha estado en los últimos 14 días en contacto con un caso probable o confirmado de COVID-19 en su hogar, es probable que haya sido contagiado y presente una enfermedad de grado leve de severidad
¿Cuáles son los signos de alarma?
Para una evaluación médica presencial y descartar una evolución a una enfermedad de mayor severidad u otra complicación a causa del COVID-19, los padres deben estar atentos a estos signos de alarma:
- Si tu niño presenta fiebre por más de tres días, fiebre que reaparece al séptimo día, respiración rápida, dificultad para respirar, dolor toráxico, saturación de oxígeno menor o igual al 94%, vómitos persistentes, dolor abdominal persistente, y mareos, vértigos y/ o dolor de cabeza persistente.
- Si el menor que es caso positivo de COVID-19 padece de una enfermedad crónica (pulmonar, cardíaca, neurológica, renal, hepática, hematológica, etc.), cáncer o está en tratamiento con medicamentos inmunosupresores.
¿Cómo es la atención si los síntomas son leves?
El doctor Candela sostuvo que el manejo del COVID-19 leve en casa es como el que se atiende en la mayoría de casos de resfríos o procesos gripales.
Para ello se recomienda el reposo, la ingesta de líquidos, alimentación a tolerancia, control de la fiebre con paracetamol y es recomendable que esté disponible en casa un oxímetro digital para controlar la saturación del oxígeno cada seis horas.
También recordó que si hay casos de COVID-19 en casa deben mantener un aislamiento domiciliario por 10 días.
El representante del Instituto Nacional de Salud del Niño-Breña recordó que es importante que la población cumpla con todas las medidas de prevención de COVID-19 de eficacia comprobada como son la vacunación, el uso de mascarillas, mantener el distanciamiento de al menos un metro, evitar compartir espacios pocos ventilados y es muy importante no olvidar lavarse las manos.
“En etapa actual de la tercera ola pandémica, la mayoría de los niños que se están hospitalizando y que se detectó una prueba positiva para COVID-19, no son cuadros de neumonía por coronavirus sino niños con otras enfermedades agudas o crónicas descompensadas que han sido contagiados por familiares en el domicilio”, precisó el doctor Candela.
Además, el especialista hizo hincapié a los padres de familia que la aglomeración innecesaria de personas en los servicios de salud o emergencias de hospitales puede ser una fuente de contagio inadvertida a los niños y familiares no infectados que buscan atención médica por lo que es importante que respeten las medidas de prevención implementadas para la atención de los pacientes en los diferentes establecimientos de salud.