El Arzobispado de Lima dio a conocer una nota informativa en la que aclaran algunos aspectos relacionados a la no renovación de las licencias del Padre Gastón Garatea, de la congregación de los Sagrados Corazones, ante las críticas que el cardenal Juan Luis Cipriani viene recibiendo por parte de diversos sectores.
En la misiva señala que conforme con las normas propias de la Iglesia Católica, los sacerdotes religiosos que pertenecen a una institución religiosa dependen, en cuanto al régimen interno de la respectiva comunidad religiosa, de su “Superior Mayor”.
Sin embargo, agrega, para realizar trabajo pastoral en una determinada jurisdicción, requieren que el obispo ordinario del lugar les otorgue las respectivas Licencias Ministeriales.
“El Obispo Ordinario del lugar, por motivos suficientes y anteriormente advertidos al Superior Mayor de la respectiva comunidad religiosa, puede disponer que un sacerdote religioso no trabaje pastoralmente en su jurisdicción eclesiástica. Ello, que es lo que ha ocurrido con el Padre Jorge Gastón Garatea Yori, SS. CC., no suspende o prohíbe al sacerdote religioso el ejercicio de su ministerio sacerdotal en otros lugares”, dice la carta.
Finalmente, el Arzobispado de Lima expresó su rechazo a las críticas que viene recibiendo Cipriani.
“Censuramos que algunas personas (…) busquen ahora victimizar a un sacerdote con el único objeto de sembrar confusión, hacer daño a su identidad sacerdotal y al mismo tiempo expresar la carga ideológica que los motiva y los aleja de la fidelidad a la Iglesia con manifestaciones y declaraciones que reflejan su rechazo o, por lo menos, su falta de respeto al Magisterio de la Iglesia y a sus pastores”, indica la institución religiosa.