El glaucoma, es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo y en el Perú. Según el Ministerio de Salud (Minsa), el 50% de personas con esta enfermedad no sabe que la padece, debido a que puede provocar una pérdida gradual del campo visual sin presentar síntomas evidentes, por lo que es llamado el “ladrón silencioso de la visión”.
El Dr. Santiago Encinas, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, explica que, en etapas tempranas e incluso medianamente avanzadas, las personas podrían tener una visión aparentemente normal mientras están perdiendo gradualmente su campo visual. Sin embargo, en etapas muy avanzadas, se presentará una disminución evidente en la capacidad y calidad de la visión. Por otro lado, existe el “glaucoma agudo” que se caracteriza por un aumento repentino en la presión ocular, lo que provoca un dolor intenso y una disminución súbita en la visión.
¿Qué nos puede llevar a desarrollar el glaucoma?
La presión ocular elevada, conocida como hipertensión ocular, es el principal factor de riesgo asociado con el glaucoma. Además, los antecedentes familiares, ciertas enfermedades como la diabetes, así como la pertenencia a ciertas razas étnicas, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.
La edad también juega un papel importante, ya que esta patología visual aparece con mayor incidencia a partir de los 40 años, pero sus picos más altos se dan a partir de los 60 años. Además, existen otras causas relacionadas, como el haber recibido tratamientos con medicamentos de corticoides o haber sufrido traumatismos oculares.
Diagnóstico oportuno
Para su preciso diagnóstico, principalmente tenemos que realizar una toma de la presión ocular y una evaluación del nervio óptico. Si en esta evaluación el nervio tiene características de haber sufrido daño por glaucoma, necesitamos hacer unas pruebas especializadas, como la tomografía de coherencia óptica y la perimetría computarizada para evaluar el estado del nervio óptico y el campo visual.
¿Cómo prevenir?
En cuanto a la prevención, el especialista recomendó adoptar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada rica en antioxidantes y la práctica regular de ejercicio aeróbico. Además, hizo hincapié en la importancia de controlar enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes, ya que pueden aumentar el riesgo de desarrollar glaucoma.
Realizar actividades físicas, como correr, nadar y montar bicicleta mejoran la circulación sanguínea a nivel ocular, lo que fortalece los nervios ópticos y las fibras nerviosas, incluso en casos de presión ocular elevada. No obstante, para los pacientes con glaucoma, se recomienda evitar actividades de tipo isométricas con pesos muy elevados, como el levantamiento de pesas o el uso de máquinas.
Sin embargo, es fundamental que las personas con factores de riesgo o antecedentes familiares de glaucoma se sometan a exámenes oftalmológicos regulares para detectar y tratar la enfermedad a tiempo.
¿Cómo tratar el glaucoma?
Para el tratamiento, existen opciones como medicamentos en forma de gotas, tratamientos láser y cirugías que pueden ayudar a controlar la enfermedad y prevenir su progresión.
Hoy en día, existen procedimientos mínimamente invasivos y cirugías láser rápidas y seguras que permiten tratar una variedad de casos sin alterar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Estos avances, son cada vez más frecuentes en la medicina moderna.
En resumen, el glaucoma es una enfermedad ocular grave que puede provocar ceguera si no se trata adecuadamente. La detección temprana, el tratamiento oportuno y un estilo de vida saludable son clave para prevenir la pérdida de visión irreversible asociada con esta enfermedad.