El idioma a veces lo es todo, mucha gente en la actualidad por lo menos domina su lengua materna y el inglés, pero los que no lo hacen no tienen por qué perder la cabeza haciendo señas o estar atado a un diccionario.

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1- Hoteles: Si no dominamos para nada la lengua del país al que viajamos, será útil contactar con una empresa de viajes que hable nuestro idioma.

2- Medios de transporte: Si debes transportarte por tu cuenta, debes averiguar de antemano cuáles son los servicios especiales para turistas o los más recomendables para extranjeros. En una ciudad grande podrás utilizar el metro y guiarte a través de planos, sin necesidad de pedir indicaciones.

3- Restaurantes: Opta por los restaurantes de comida internacional o los que se encuentran dentro de los hoteles. Para ordenar nuestro pedido debemos saber de qué se trata el menú.

4- Sé tu propia guía: Si no precisas tomar un autobús o un taxi, es fácil deambular por una ciudad. Sólo debes tener la astucia de llevar un plano y marcar los sitios que desees visitar. Es más sencillo de lo que parece.

5- Pequeño diccionario: Aprende de memoria o escribe en una nota algunas frases del lugar en el que te encuentras, en el idioma correspondiente. Por ejemplo, los saludos, agradecimiento, disculpas, un “no soy de este país”, tipos de monedas, indicaciones, servicios higiénicos, etc.