Cualquier hermosa ruina de casi dos mil años de antigüedad tiene un gran atractivo turístico. Pero Shin Cheng, en China, tiene algo en particular: es una ciudad sumergida, literalmente, en las profundidades del lago Qiandao.

Los que deseen aventurarse hacia estas profundidades deben estar acreditados con un curso de submarinismo avanzado, pues deben descender a más de 25 metros. Pero vale la pena, la vista de esa ciudad milenaria de piedra es espectacular.

Shi Cheng fue levantada durante la dinastía Han Oriental (24-220 d.C.). Y fue hundida cuando en 1959 se terminó la presa hidroeléctrica del río Xin’an, creando un gigantesco lago artificial.

Esta ciudad ha permanecido totalmente intacta a comparación de la revolución urbanística que ha transformado China desde que se unió al capitalismo.

Fuente: abc.es