Si tan solo con la idea de dar “la vuelta al mundo” no te terminas por convencer, acá te damos algunas razones por las que deberías empezar ese viaje que tanto sueñas.

1. Llevar tu cuerpo al límite: Someterlo a los 54 grados del desierto de Nevada, a las heladas del Monte Everest o al cansancio en el Camino Inca hacia Machu Picchu. Esa sensación de llevar tu cuerpo al límite para observar la recompensa, un mágico lugar, no tiene punto de comparación.

2. Explorar tus límites en la gastronomía: Las comidas de los lugares a los que viajes estarán tan presentes en tu memoria como lo estarán los paisajes.

3. Promocionar tu propia tierra: De una manera más eficiente que cualquier agencia. Tus opiniones sobre tu propia tierra serán las recomendaciones que los viajeros, en otro lugar del mundo, necesitan para visitar tu país.

4. Para aprender idiomas: Además de los clásicos “hola”, “gracias”, o “por favor”, aprenderás muchas cosas en diferentes lenguas.

5. Para ser un superhéroe: Saliendo del volcán Ijen, paseando por el Callejón de Huaylas, sintiéndote como el Faraón en las Pirámides de Egipto o atravesando la jungla para llegar al Ventisquero de Chile. Todas estas experiencias te harán sentir como un todopoderoso, una persona que siempre estuvo dentro de ti.

6. Para sentirte como en casa, en medio de culturas lejanas: Tan lejanas que ni el lenguaje de señas sirve para comunicarse. Efectivamente, no hay necesidad de comunicarse en un momento en el que descubres el lado humano de la cultura, en medio de una comunidad en el corazón de una jungla. Reencontrarse con el verdadero ser humano es una experiencia poderosa.

Fuente: traveler.es

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