Francisco Fernando, el heredero al trono del Imperio Austrohúngaro, subió a un Gräf & Stift descapotable, donde también viajaba su esposa Sofía, la Duquesa de Hohenberg. Fue un día tensión y, al cabo, pánico. Primero las granadas, que no lograron su objetivo. Más tarde, los disparos. La muerte. El principio de la I Guerra Mundial.

Aquel coche, junto a otros objetos personales de Francisco Fernando, se exponen en el Museo de Historia Militar de Viena (Heeresgeschichtliches Museum), un lugar imprescindible para los aficionados a la historia y a las curiosidades de la guerra. Todavía impresiona ver la camiseta manchada de sangre que llevaba puesta el 28 de junio 1914. O su uniforme de general de caballería. Y, además, las pistolas utilizadas aquella mañana.

El Gräf & Stift Double Phaeton fue producido, a partir de 1907, por la marca de automóviles austriaca Gräf & Stift (en principio, era un taller propiedad de los hermanos Karl, Franz y Heinrich Gräf). El vehículo era una limusina de 4 cilindros, 5,8 litros y 32 cv., a la que en alguna ocasión se la ha llamado el Rolls Royce de Austria.

Tras el magnicidio, el automóvil pasó por diferentes manos, con una curiosa “leyenda urbana” de “auto maldito” que ha crecido en internet sin más pruebas. La realidad es que lo terminó comprando el gobierno de Austria. Además, se salvó de los borbardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Fuente: ABC