A continuación, algunas alternativas que ofrece Promperú a los turistas para contagiarse y jugar con agua, talco y serpentinas.

El carnaval piurano, por ejemplo, recibe a los visitantes con elevada temperatura, bailes, disfraces y jolgorio total. El distrito de Catacaos dedica un mes a los carnavales reviviendo sus tradiciones y costumbres.

En Cajamarca, el romanticismo viene de sus improvisadas coplas llamadas “matarinas”, que intuyen versos pícaros que los enamorados les cantan a sus parejas, mientras “Ño Carnavalón” simboliza la alegría de esta fiesta popular. No en vano Cajamarca es reconocida como la “Capital del carnaval peruano”.

Si hay muchas reinas en un mismo carnaval, entonces estamos hablando de Chiclayo, en Lambayeque. En esta ciudad norteña se elige a la Reina del Trabajo, la Reina del Estudio, la Reina de Simpatía, la Reina Infantil y la Reina del Deporte.

En tanto, en la ciudad liberteña de Trujillo, el carnaval se vive con orquestas que animan las fiestas en los clubes sociales, mientras los barrios preparan el Palo Cilulo, que es adornado de globos, máscaras y serpentinas multicolores, y se cuelgan regalos de todo tipo.

En Chimbote, en Áncash se tiene la costumbre de que cada barrio se organiza para armar la fiesta, los vecinos preparan el Palo Cilulo y lo colocan al medio de la calle. En la celebración destaca la venta de comidas típicas.

Si pretende ir a la Selva, aquí unas recomendaciones. En la ciudad de Iquitos, Loreto, el carnaval se festeja con bailes como la comparsa alrededor de las “humishas”, palmeras adornadas con regalos, telas y racimos de frutos silvestres como el pichohuayo