En Budapest, se encuentra el segundo metro más antiguo del mundo, después del que se sitúa en Londres. Se trata de la Línea 1 (1986) que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2002. Y ahora se acaba de inaugurar la cuarta línea, una idea que data desde 1970 y que comenzó a materializarse en el 2006.

La construcción de la Línea 4 está valorizada en 1,500 millones de euros. Posee 7,4 km de longitud en la totalidad del camino y consta de diez estaciones, conectando Buda y Pest bajo el Danubio, llevando a los pasajeros de un extremo a otro en solo 15 minutos.

Pero no solo los lugareños viajeros son los que disfrutan de este transporte. Al igual que sucede con la Línea 1, este metro atrae una gran actividad turística producto de los detalles del diseño, muy vanguardista, en donde se utilizó acero, vidrio, azulejos brillantes y hasta diamantes; además de entradas espectaculares.

Sin duda, ahora las autoridades lo han llamado el “futuro Patrimonio de la Humanidad” por su famoso precedente y su prometedor futuro en la actividad turística.

Fuente: abc.es