Muchos turistas, personas curiosas, historiadores y científicos se han sentido cautivados por el Lago Nees, debido a su espectacular paisaje y la famosa leyenda del “Monstruo del Lago Ness”. Sin duda, es un destino obligado cuando visites Escocia.

Si bien para muchos imaginar el Lago Ness puede ser crear escenas nocturnas, un lago lleno de neblina o una cabeza de un monstruo marino asomándose por sus aguas, al visitarlo te encuentras con un lago espléndido, luminoso, lejos de dicha imagen. Pero eso sí, con un paisaje que te dejará boquiabierto.

Se encuentra exactamente en las Tierras Altas de Escocia, y tiene una peculiar forma alargada, extendido por una falla geológica conocida como el Gran Glen, desde la ciudad de Inverness, al norte, hasta Fort Williams, al sur, a lo largo de 39 kilómetros, con una anchura solo de kilómetro y medio.

Su gran profundidad de 200 metros crea aún más misterio, pues ha sido difícil hasta ahora recorrerlo en su totalidad para “descubrir” si realmente existe alguna criatura y dar pie a la leyenda.

¿QUÉ PODEMOS VER EN ÉL?

Al llegar al Lago Ness, puedes comprobar que por sus orillas hay varios pueblos pequeños, con cierta actividad turística.

Podrás ver tres atractivos turísticos además del lago en general. Primero, el Castillo de Urquhart, adornado con la belleza de las montañas y por el mismo lago. Aunque no esperes ver una fortificación gigantesca, pues se trata solo de las ruinas de un antiguo castillo, pero con abundante encanto.

Luego, puedes recorrer el lago en un crucero en barco. De hecho, antes de llegar ya podrás apreciar muchos barcos surcando las aguas.

Y por último, si lo que te interesa es el monstruo, podrás visitar el Centro de Exposiciones del Lago Ness, en el pequeño pueblo de Drumnadrochit, con una exposición temática sobre la historia del lago y la leyenda del Monstruo.

Al menos que, claro, puedas ver una especie de criatura gigante en el lago por unos segundos. Y aunque quizás nadie te crea después, serás de los pocos que dicen haber avistado al Monstruo del Lago Ness, aquel que tantos libros y películas ha inspirado.

Fuente: guias-viajar.com