Más conocido como el “Ojo Azul de Siberia” o “La Perla de Asia”, el lago Baikal se alza en la región Sur de Siberia, en Rusia, y es considerado el lago más profundo del mundo con unos 1680 metros de profundidad, todo un monstruo de la naturaleza. Además, Baikal es Patrimonio de la Humanidad desde 1996.

Es inmenso: 31 mil kilómetros cuadrados de superficie. Millones de turistas lo visitan anualmente, pero los científicos también tienen mucho interés en él. A su vez, reserva el 20% del total de agua dulce no congelada en todo el planeta.

Las aguas son tan cristalinas que los viajeros pueden ver hasta 50 metros de profundidad sin problemas. Aunque es en invierno cuando los turistas prefieren visitarlo a pesar de las difíciles condiciones climáticas. La temperatura del agua soporta hasta 45 grados bajo cero y el paisaje se torna en una superficie congelada.

Aunque el celeste de las imágenes nos lleve a un paisaje helado y vacío, lo cierto es que aquí existen más de 1000 especies de animales y cientos de vegetales para contemplar.

Fuente: elmundo.es