En la Isla de Capri, en Italia, está ubicada la Gruta Azul, una increíble cueva marina cuya apertura está parcialmente sumergida en el mar. Esta gruta ya era conocida por los antiguos emperadores romanos, quienes utilizaban la gruta como un lujoso baño privado.
Para ser testigo de este bello espectáculo natural azul, es posible ingresar con un bote y el respectivo guía. La corriente y la altura del oleaje que golpea la entrada de la gruta pueden variar de acuerdo con la estación. Los guías, dependiendo de esto, pedirán a los pasajeros que se tumben en la barca hasta que ingresen a la gruta.
Dentro de la Gruta Azul, el mar parece estar iluminado por debajo del agua, con un magnífico color azul. También llama la atención el eco y la sonoridad natural de la gruta, haciendo del paseo por allí una experiencia inolvidable.
Fuente: traveler.es