Al sur de Antequera, se yergue el Torcal, sierra caliza donde la erosión ha labrado un formidable laberinto salpicado de rocas con formas tan fantásticas como el Tornillo, que parece un tirafondo a medio enroscar en la inmensa tuerca del planeta.

Fue en el Jurásico, hace 150 millones de años, cuando estas rocas sorprendentes se fraguaron en el fondo del mar, como resultado del depósito y compactación de corales, conchas de moluscos y demás marisco de la época. Luego, el tiempo y la geología han trabajado con paciencia, dibujando este paisaje de angostos corredores en cuyas intersecciones se fueron abriendo los hoyos, dolinas o torcas que dan nombre al lugar y tallar las peñas dando lugar a picudos lapiaces y a esas singulares formas del Torcal, que más que tornillos, parecen hamburguesas de muchos pisos.

El repertorio de formaciones pintorescas se completa con las cuevas y simas típicas de un enclave calizo, rosales silvestres, hiedras, madreselvas y 30 variedades de orquídeas.

Fuente: ABC