Las Cuevas de Cango, en Sudáfrica, ofrecen a los turistas una de las experiencias más excitantes y surrealistas en el mundo entero. Al adentrarse, el viajero puede recorrer numerosas salas y pasillos que conducen de un sitio a otro.

En las Cuevas de Cango es posible ver las impresionantes formaciones estalactitas que la naturaleza moldea con el pasar de los siglos debido a la lenta filtración del agua.

Las bóvedas de piedra, como se les llama a las distintas habitaciones dentro de la cueva, muestran colores marrones, amarillos y naranjas, y brillan más al reflejar las luces que iluminan los interiores.

Las lámparas de piedra caliza en las paredes, que reflejan las luces, se asemejan a lingotes de oro y dejan extasiados a los turistas, quienes se sienten como el mismísimo Indiana Jones luego de pasar por el recorrido de cerca de 90 minutos a través de las difíciles grutas y caminos en la Cueva de Cango.