En Inglaterra, la aerolínea British Airways acaba de inventar algo que representaría el futuro de los viajes por avión. Recurrió a la tecnología wearable (pegada al cuerpo) para cambiar la experiencia de los viajeros por medio de una “manta de la felicidad”.

El objetivo de esta manta tecnológica es conocer el estado de ánimo de los pasajeros y así poderles atender con mayor detalle. Podrán saber cuándo servir la comida, qué película les gusta o cual no, entre otras cosas.

¿Cómo funciona?

Desde el punto de vista técnico, esta manta está hecha de fibra óptica que cambia de color. Un sensor colocado en la frente del pasajero, en una especie de cinta al pelo, será el encargado de captar sus impulsos sensoriales, comprobando su estado de ánimo y enviando una señal a la manta, para que luego ésta varíe con los colores.

Por ejemplo, el azul nos indica que el viajero está relajado o feliz con lo que esté pasando (mientras come, ve una película, duerme, etc); el rojo, todo lo contrario. El estado de ánimo se puede medir en una escala del 1 al 100 y transmitir los datos vía bluetooh a las luces LED incorporadas en la manta.

¿Ya se probó?

Por ahora, el invento ya se ha probado en un vuelo hace unos días. De acuerdo con la aerolínea, los resultados han sido interesantes para conocer más sobre cómo duermen los pasajeros, el tipo de película que les agrada, la comodidad con las posiciones en los asientos, etc.

Sin duda, este es un paso más para la integración de la tecnología a diversos sectores; en este caso, a los servicios en el turismo.

Fuente: abc.es