Río de Janeiro, con sus sorprendentes playas de arena blanca, mar azul y las montañas cubiertas de verde, sigue siendo la postal más conocida de Brasil. Estas son algunas de las más hermosas.

Los aficionados que viajen allí para el Mundial de fútbol no podrán evitar pasar una mañana en Ipanema, una de las playas más conocidas de la ciudad.

El Puerto de Galinhas, en Pernambuco, es una de las playas más peculiares del país. A las nueve, después del desayuno, en Puerto de Galinhas se acumulan los curiosos. El sol lame la piel e ilumina una costa trufada de arrecifes que la marea baja aún deja a la vista. A eso de las diez subirá el agua, y el espectáculo no regresará hasta el día siguiente.

Fernando de Noronha (una isla bien protegida que emerge a 360 kilómetros del estado de Pernambuco) es un paraíso de la naturaleza, la biodiversidad, los arenales vírgenes. Aquí están, sin duda, algunas de las mejores playas del país. Bahia do Sancho es la mejor playa de Brasil y una de las mejores del mundo.

La playa de Porto da Barra nos lleva a la mágica ciudad de Salvador de Bahía, la primera capital del país y una de las ciudades con mayor riqueza histórica. La playa es pequeña, por lo que suele estar llena de gente. Alquilan sombrillas, sillas y mesas a venden de todo, desde cerveza y caipiriña a queso asado, acarajés y camarones.

En la costa sur de Bahía hay verdaderas joyas de la naturaleza. La playa de Caraíva, a unos 700 km al sur de Salvador de Bahía, es una tentación para aquellos viajeros que buscan disfrutar de los placeres de la naturaleza y la la tranquilidad.

Fuente: ABC