Muchos deseamos viajar, pero nuestros objetivos en el viaje cambian tomando en cuenta qué es lo que nos gusta en el fondo o qué es lo que queremos experimentar. Por eso, existen algunos tipos de viajeros con los cuales te puedes sentir identificado, o quizás decir que eres la combinación de todos ellos.

1. El fanático de los atractivos turísticos: Suele ser bastante reservado con su rutina, tiene todo el viaje planeado y sigue paso a paso su cronograma. Para este tipo de viajero no importa si la ciudad es de su agrado o no.

Este viajero antes de emprender su travesía primero averigua sobre “la mejor pirámide del mundo”, “la mejor cascada del mundo”, “la séptima maravilla”. Le gustan los lugares específicos… si en una revista vio que en Paris está el museo más visitado del mundo, pues irá a por él, sin importarle que no le guste en lo más mínimo ni Paris ni Francia en términos generales.

2. El viajero cultural: Este tipo de viajero no va en búsqueda de atractivos turísticos específicos, va a una ciudad o recorre un país para conocer costumbres, tradiciones, más que lugares en sí. Le atrae la idea de sentirse como el clásico turista perdido. Le gusta descubrir, hacer amigos que no piensen como él, participar en fiestas locales, etc.

3. El aventurero deportista: No es necesario tener un excelente estado físico (no nos referimos a parecer un modelo, sino a tener resistencia como para no cansarse apenas corras una cuadra) pero es lo más recomendable. Le gusta viajar para practicar deportes de riesgo o aventura. Le gusta ir en grupo, nunca solo.

Prefiere viajar con sus amigos más que con su pareja. Es loco, aventurero. No le atrae el turismo con guía. Si se pierde en el desierto o en medio del bosque, mejor para él. Le gusta la sensación de inseguridad y de aventura, lejos de la rutina del trabajo aburrido.

4. El que debe captar cada momento: Este viajero no se quita su cámara del cuello. Generalmente busca lugares turísticos en momentos adecuados para ser fotografiados. Apenas comienza su viaje ya está pensando en todas las fotos que tomará y en todo lo que sus amigos verán cuando se los enseñe en casa.

No quiere perderse ni un solo paisaje para tenerlo como recuerdo sólido. Quiere enseñarle a su pareja, amigos, familia y al mundo entero que él estuvo en ese lugar. Gracias a este tipo viajero, podemos tener una base de fotografías y recomendaciones sólidas para emprender nuestro propio viaje. Es el encargado de inmortalizar el momento y el paisaje.

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