Tarma se ubica en un fértil valle, con excelente clima todo el año. Su aire, libre de contaminación, se mezcla con el aroma de los bosques de eucaliptos, saucos y retamas.

El valle de Tarma fue ocupado desde hace miles de años; desde importantes civilizaciones preincaicas hasta la cultura Inca. Aquí podrán encontrar importantes yacimientos arqueológicos.

La fundación española de la ciudad fue en 1534. En la pequeña extensión de la ciudad encontraremos construcciones coloniales de gran belleza. Durante el gobierno (1948-55) del Presidente General Manuel Odría, nacido en Tarma, mandó reconstruir y modernizar algunas construcciones, que hoy ya no tienen todo el encanto colonial.

Tarma está rodeada de una hermosa campiña, de múltiples colores por su variedad de flores. Tierra fértil, llena de campos de cultivo, que avanzan hasta las laderas de las montañas, en donde se cultiva en andenes, desde épocas incaicas.

La Catedral Santa Ana

Mandada reconstruir por el General Odría, sobre la Iglesia Matriz en 1950. Una de sus torres conserva un gran reloj, donado por el Presidente y Mariscal Ramón Castilla el siglo pasado. En su interior numerosas imágenes cristianas de gran arte. Durante la Semana Santa, esta iglesia es el punto central de las celebraciones. Alberga el mausoleo del General Odría. Se ubica frente a la Plaza de Armas.

Capilla del Señor de la Cárcel

La Capilla de la Virgen de la Merced, llamada también del “Señor de la Cárcel”. Es una construcción colonial que guarda las reliquias de Santa Ana, donadas por el Papa Pío XI. En su interior la pintura colonial de un Cristo crucificado, dio origen a la fiesta del Señor de la Cárcel, celebrada cada 14 de septiembre.