Para los turistas bohemios, románticos y viajeros que gustan de caminar por las calles limeñas, el Puente de los Suspiros, en Barranco, resulta el lugar ideal para una visita nocturna. Construido en 1876 e inaugurado justo el 14 de febrero, conserva hasta hoy su encanto antiguo, junto con numerosos bares y restaurantes a disposición de los visitantes.

Su nombre surge por los romances que tuvieron al puente como hogar. Además, este pintoresco lugar también es conocido por la tradición que lo rodea: se dice que las parejas que vean por primera vez el puente y lo crucen completamente sin respirar, se les concederá cualquier deseo de amor.

Actualmente sigue siendo uno de los destinos turísticos favoritos en Lima, visitado y elogiado tanto por peruanos como por extranjeros. Familias, parejas y amigos encuentran aquí un lugar de paz; ya que aunque sea bastante concurrido, sobre todo los fines de semana, el aire de tranquilidad y romanticismo siempre está soplando.