Comuneros de San Antonio de Rancas del distrito de Simón Bolívar, en la provincia y departamento de Pasco, realizan el Festival de la Vicuña, recordando a los Incas cuando ofrecían tributo a las deidades andinas por la buena producción de este camélido, que representa a la fauna en el escudo del Perú.

El chaccu de vicuñas de Rancas no tiene nada que envidiar al de Pampa Galeras, en Ayacucho, ya que concentra a miles de persona, entre autoridades, turistas y pobladores, quienes testifican la calidad genética de más de 2 mil ejemplares de vicuñas que corren de un lado para otro en las praderas de Rancas, probablemente la más alta del mundo.

El Festival de la Vicuña de Rancas-Pasco, se desarrolla en el Parque Conservacionista de Wishlamachay; allí en la víspera y como antesala al Chaccu, los comuneros de Rancas, autoridades y visitantes realizan la gran Mesada y Chacchapada en tributo a la Pachamama (Madre Tierra) y al Tayta Jirca (Padre Montaña).

Ya en la zona de Wishlamachay, se lleva a cabo el izamiento de las banderas de los 5 países criadores de vicuña (Bolivia, Ecuador, Argentina, Chile y Perú), tras el desayuno campestres para propios y extraños, dándose inicio al gran Chaccu.

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“La formación de la cadena humana más grande del mundo será una de las actividades más atrayentes. Las personas se unirán alrededor de una soga llena de tiras multicolor, rodearán a las vicuñas, algunas escaparán pero también se atraparán a muchas. Entonces, los turistas vivirán momentos de emoción indescriptibles, pues las vicuñas con sus saltos retarán al hombre para obtener su libertad”, manifestó Soledad Ramos, periodista del distrito de Simón Bolívar.

Añadió que “una vez sometidas las vicuñas, se seleccionará una hembra y un macho para unirlos en el aparejamiento (Palomay); el padrino beberá la sangre de este animal para continuar la costumbre, luego se desarrollará el tradicional señalacuy, la danza de la vicuña. Casi paralelamente se efectuará el trasquilo para luego liberar a la primera vicuña esquilada, símbolo de que la ceremonia concluyó. Las vicuñas vuelven a correr para ser esquiladas en los siguientes meses”, expresó.

En la actualidad hay más de 2 mil ejemplares y el promedio de incremento es de 150 al año. La fibra de vicuña beneficia a muchas familias y pronto podría convertirse en fortaleza económica de la región, considerando que cada kilo oscila entre 500 y 1000 dólares.

Fuente: Andina